En el momento de prepararse para emprender el camino hacia una profesión, lo más importante es elegir un buen centro de formación y verificar que su estructura de trabajo, esté acorde con lo que buscamos hacer en el futuro. Si lo tuyo es la cocina, dulce o salada, no te pierdas la opción de ver lo que te traemos hoy.
Estudiar pastelería y repostería es mucho más fácil hoy de lo que conocimos en el pasado. Esto se debe a que la cocina se ha perfeccionado mucho y ya hoy no basta con saber mezclar y añadir azúcar en grandes cantidades, sino que existen centros especializados en ofrecer todos los conocimientos y técnicas que hacen falta para desempeñarse en esta área.
Pero si te decimos que, además de eso, también es posible complementar esta formación con lo relacionado a la cocina y la gastronomía, seguro que el interés de los amantes por la materia aumentará mucho más. Pues aunque tu gusto vaya más orientado a una de estas áreas, no es menos cierto que vale la pena ser especialista en todos los ámbitos.
Por otro lado, no es necesario viajar por todo el país, ya que es posible que en tu ciudad exista un lugar que te ofrezca lo que necesitas, para adquirir la teoría y la práctica de mano de maestros panaderos, reposteros, cocineros y pasteleros, como los que, de hecho, se consiguen en un grado medio y superior en la ciudad de Barcelona.
Lo primero a considerar, es que se trata de un estudio que tiene un tiempo de duración de 3 años, período a través del cual se recorren todos los puntos más relevantes de todas estas temáticas, para graduar a buenos especialistas en la materia.
Es un hecho que estas características, recrean un perfil de profesional que se hará mucho más llamativo para los empleadores, abriendo así mucho más la lista de salidas laborales y ofreciendo un camino de estabilidad para, incluso, abrir un negocio propio.
Características de la formación
Como ya se mencionó, es una formación que cubre 3 años de duración, con la que se obtendrán los conocimientos necesarios para desempeñarse por completo en el mundo laboral.
La formación se basa, como es lógico, en un conjunto de elementos teóricos que ayudan a los participantes a aclarar ideas sobre el uso de ingredientes, técnicas de trabajo, equipos utilizados en cada área, manipulación y conservación de alimentos, entre otros.
Sin embargo, la realidad es que tener una cantidad de práctica apropiada para desempeñarse con seguridad después en una cocina es imprescindible. De ahí que por lo menos el 50% del tiempo se dedica a la práctica en escenarios reales.
Por otra parte, es necesario hacer una especial mención a que todo el estudio se complementa con las mejores estrategias de trabajo asociadas a este sector de trabajo, dentro de las que encontramos:
- Trabajo en cocinas equipadas, limpias y con el espacio suficiente para que cada participante se sienta cómodo.
- Prácticas en restaurantes de aplicación abiertos al público, para así recrear de mejor forma, la realidad que se vivirá en el futuro.
- Además de las clases preparadas por el centro, también se implementan semanalmente seminarios y talleres vinculados a temáticas que estén siendo de interés para la etapa de estudio.
- Las degustaciones son constantes porque, a través de ellas, se logra captar con mayor facilidad la textura de la preparación y el sabor de los ingredientes, entre otros.
- Trabajo a través de un campo virtual para complementar las formaciones presenciales
Por último, es necesario mencionar que, durante el último año se realiza una de las actividades más esperadas por todos los participantes, y es el stage en empresas que están vinculadas al sector. Así se podrán ampliar los conocimientos en el área y forjar algunas relaciones que podrían ser útiles en el futuro.
En cuanto al tema de las evaluaciones, vale la pena destacar que éstas son hechas de forma continua, de manera que los participantes vayan escalando poco a poco, sin tener que dejar que su aprobación dependa de una única evaluación a fin de curso.
Características de un buen centro de formación
Elegir una escuela de cocina en Barcelona o en cualquier otro lugar donde te encuentres, debe pasar por un estudio preciso de las características que ofrece, en función a lo que deseemos lograr. En este sentido, vale la pena valorar aspectos como:
- Los años de experiencia que poseen en su sector de actuación, así como el nivel de reconocimiento que tienen de las empresas que hacen vida en él.
- Aprobación por parte del Ministerio de Educación, para asignar títulos a sus estudiantes en el momento de completar todo el estudio.
- Un cuerpo de profesores de reconocida trayectoria en el sector y que sean capaces de impartir las formaciones de manera apropiada para el beneficio de los participantes.
- Un sistema de bolsa de empleo que facilite a los graduados, postularse a ofertas y donde tengan posibilidades reales de poner en práctica todo lo aprendido.
- Que te ofrezca áreas de formación muy especializadas en el mundo de la cocina, como es el caso de la cocina vegana, la cocina mediterránea, la cocina saludable o la coctelería, por sólo mencionar algunos ejemplos.
La mayoría de las veces, las escuelas de formación dedicadas a estas áreas de trabajo, se relacionan mucho con el sector hotelero, lo que da aún mayor facilidad para desenvolverse en esta área que es tan dinámica y variada, y que encuentra en la hostelería un apoyo muy importante, ya que la mayoría de ellos cuentan con restaurante en sus instalaciones.
A todos nos encanta comer rico, y más aún, cuando salimos y pagamos por ello. Si deseas ser un profesional de la gastronomía muy reconocido, formarte en la materia es un asunto que no se hace opcional, por lo que tomar la decisión de sumarse a un buen centro de formación es clave, y en la medida en que dediques tiempo a elegir el mejor posible, seguramente tus resultados serán más prometedores.
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